Vacuna

Hoy vacunamos a los niños. Lloraron como nunca y luego se han sentido mal todo el día. Estoy empezando a conocer sentimientos que antes no había sentido. Hace unas horas, Mia despertó inquieta. La cargué y lloró como nunca en su corta vida. Le salieron sus primeras lágrimas. Su ojos de un azul profundo enmarcado en el rojo del dolor se veían hermosos, brillantes. Sus gritos me sorprendieron por su intensidad, no sabía que tuviera esos pulmones. Me entristeció no poder consolarla de forma alguna. Esa sensanción de dolor e impotencia no la había experimentado antes. Es difícil de explicar por qué. Sus alaridos despertaron al hermano. Noah tampoco se quedó atrás. Empezó el berrinche colectivo. Y no estaba la madre! tranquilizar a dos niños de dos meses semi enfermos es rudo. Esto fue solo la reacción a 5 vacunas puestas simultáneamente en sus bracitos. Que pasará cuando las enfermedades sean más severas y menos controladas?!

A la media hora llegó la Sole y todo se calmó. No hay nadie como las madres. Me alivia y me da un poco de envidia. Como habría querido que la niña se tranquilizara en mis brazos como en los de la Sole. Curiosamente Noah si se ablanda conmigo, mi voz lo alivia e incluso hoy le ha sacado unas hermosas sonrisas. Pero ella, solo con su mamá. Bueno. Bien por ella que siempre la tendrá a su lado. De a poco la conquistaré con más profundidad (ahora igual cocupo un increíble segundo lugar en su vida!). Estoy seguro.