Elecciones

Si bien el voto es secreto, aquí me sincero.

Estamos a una semana de las elecciones, y la verdad, por primera vez desde la llegada de la democracia, me importan un pepino. Me costó decidirme por quien votar. Aunque no me interesa en lo más mínimo que sea presidente, voy a votar por Hirsh. No simpatizo (políticamente) ni con comunistas ni humanistas. Sin embargo, me cansé de figurar en la contabilidad equivocada. Al final de las elecciones, todo se reducirá a números. Cuanta gente es de la concertación (y yo ya no me siento de la concertación, aunque antes si). Cuánta gente está a la izquierda de la concertación (yo hoy me considero a la izquierda de la concertación). Y cuantos votos tiene la derecha. Cuando vea a Correa Sutil en la tele leyendo los resultados, quiero sentir que mi voto se suma a los que se sienten de alguna forma u otra, como yo. En segunda vuelta voto feliz por Bachelet, ya que creo que Piñera y Lavín sí se van a llevar el país para la casa, entre otras cosas bastante nefastas. Para eso sirven las primeras y segundas vueltas. En primera vuelta uno vota por lo que lo identifica o define, y en segunda un voto racional. En primera voto izquierda, y así sabremos cuantos estamos a la izquierda de Bachelet, Zaldivar y compañía. En segunda voto por Bachelet ya que estoy seguro es mucho mejor opción que la derecha y cia ltda.

En todo caso, lo triste es que si a Hirsh le va bien el domingo, el lunes Bachelet va a girar más hacia el centro y la DC. Alvear va a ser la protagonista de su campaña y Bachelet será presidenta por poco. Ganará justo con los votos que le aportará la izquierda no concertacionista, pero se dirá que fue la DC la que salvó a Bachelet. Lo mismo ocurrió con Lagos el 99. Ganó con los votos aportados por Gladys Marín, pero se le hizo creer al país que fue el aporte de la ex canciller lo que le hizo vencer. Creo que la izquierda debería aprender a cobrar mejor por su peso específico, que finalmente termina definiendo elecciones. Y no me refiero a cargos, sino que a compromisos políticos referentes a asuntos clave como el financiamiento de las fuerzas armadas, el servicio militar obligatorio, compromiso ecológico o el sistema electoral, por nombrar solo algunos.

En las parlamentarias es distinto. Lamentablemente, no hay segunda vuelta. Todo se define a la primera, lo que te obliga a ser racional en el voto. Estoy inscrito en la circunscripción Santiago poniente, comuna de Santiago. Votaré entonces por Girardi y Tohá ya que con el sistemita electoral que nos gastamos, prefiero apostar a doblar y evitar un parlamentario de derecha trabajando en Valparaíso antes de quemar mi voto en un voto testimonial. ¿Por qué dentro de la concertación voto por Girardi y Tohá?, porque si ya me cuesta votar por la concertación, más me costaría votar por la DC y sumarle votos al proyecto del colorín.