Mujeres

Hoy a la hora de almuerzo grabé mi participación en Duna. Salí ileso, aunque no resultó ninguna de las dos estrategias preconcebidas para mi participación. Si bien me mandé un par de provocaciones, éstas no tuvieron suficiente eco. La estrategia del misterio tampoco resultó. ¿Por qué? Por que misterioso no soy, mas bien transparente. El resultado, creo, ustedes dirán, fue un sano equilibrio entre audacia juvenil y saber callar cuando no hay nada que decir. Veremos que opinan ustedes, bloggeros asistenentes a este reducto, de mi performancemañana viernes entre 8.00 y 9.00 a.m.. Espero su vendaval de críticas y observaciones. Quiero aprovechar este humilde cyber espacio para agradecer a todos los que colaboraron y me asesoraron, especialmente a Andrés valdivia y Frango Peixe (Pollo pescado, para quienes no dominan la lengua del samba), de quienes usé sus aportes en el aire.

Dos cosas me llamaron la atención de una de mis contertulias: Lucía Santa Cruz. La primera es que venció mis prejucios hacia ella de cuando yo era un niño y ella una entrevistadora televisiva de la derecha en los debates para el plebicito. Me pareció inteligente, tolerante e informada. La segunda cosa que me impresionó de ella (tal vez la primera), fue que en el almuerzo previo comió al menos el doble que el resto de los comensales. Poco le faltó pa meterse un sandwich en la cartera.

La conversación se basaba en una encuesta sobre los nuevos valores de nuestra socedad (¿?). Lo llamativo es que en todos los aspectos de la vida, el resultado era que las santiaguinas se sienten bastante insatisfechas con su mente, con su cuerpo y con su espiritú. Sobre sexo, hombres y mujeres se sienten igualmente satisfechos (sobre un 75%), sin embargo cuando casi un 60% de los hombres señaló que el sexo le interesa, solo un 7% de las mujeres señalaron lo mismo.

El mejor aporte de Tironi (Que se maneja como pez en el agua) fue destacar que eso puede explicar el naufragio de los candidatos presidenciales en el debate frente a las mujeres de hace algunos día. La cosa está que arde con ellas, pero no en la cama. Saquen sus propias conclusiones.