viernes, octubre 07, 2005

Se arrienda

Mis hijos vieron la luz el mismo día que "se arrienda", la película de Alberto Fuguet. No la he visto.
Sin embargo, ya he escuchado mucho de ella y casi me la imagino. He escuchado que es una película generacional, y por tanto mis hijos estarían salvados de verse retratados por ésta película. Sin embargo, igual me provoca un deseo. Que mis hijos nunca dejen de hacer lo que les nazca y que ojalá nunca se tengan que vender o arrendar. Esto no quiere decir vetar ningún área de actividad humana ni postura frente a ellas. Por el contrario. En la opción que tomen, siempre me tendrán a su lado, y eso más que una certeza, es una promesa que me hago hoy. Yo por ellos,estoy disponible para venderme, arrendarme o licitarme. Niños, ustedes no se vendan ni se arrienden nunca (o es arrenden?).

2 Comments:

Blogger :::v::: said...

en esa promesa te acompanio Andres...y espero me acompanies tu...me hace tanta ilusion ser padre de manera parelela contigo. Es una benidcion.

Mis besos a las pequenias bestias

:::v:::

10:42 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo no pretendo nada, o al menos deseo no pretender. Pero eso ya es pretender algo que va en contra de lo que pretendo. Quizas lo mejor es que deje de pretender y me relaje.
Pero como no puedo, voy a pretender algo: No me voy a vender, o mejor, no me voy a arrendar. Por que el venderse tiene al menos ese acto de fe que implica renegar de las pretenciones, algo que lo hace menoss deplorable que venderse (es mejor una puta que una mina que se casa buscando lo mismo que la puta) .
Pero sigo donde mismo por que ni siquiera se como comprarme a mi mismo, como ofrecerme eso que me comprometa a anclar mi posicion, que no me permita traicionarme... sigo siendo un pretencioso.
Quizas necesite de unos mellizos para odernar mis prioridades.

3:09 p. m.  

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