sábado, marzo 25, 2006

Que he sacado con quererte

Otro sentido homenaje a Violeta. Simple, triste, milenaria.

Que he sacado con luna ayayai!!!
que los dos miramos junto ayayai!!!
que he sacado con los nombres ayayai!!!
estampados en el muro ayayai!!!
Como cambia el calendario ayayai!!!
cambia todo en este mundo ayayai!!!
ayayai
ay ay
Que he sacado con el lirio ayayi
que plantamos en el patio ayayai
no era uno el que plantaba ayayai
eran dos enamorados ayayai
hortelano tu plantio ayayai
con el tiempo no ha cambiado ayayai
ayayai
ay ay
que he sacado con las sombras ayayai
del aromo por testigo ayayai
y los cuatro pies marcado ayayai
en la orilla del camino ayayai
que he sacado con quererte ayayai
clavelito florecido ayayai
ayayai
ay ay
Aqui esta la misma luna ayayai
en el patio el blanco lirio ayayai
los dos nombres en el muro ayayai
y tu rastro en el camino ayayai
pero tu palomo ingrato ayayai
ya no arrullas en mi nido ayayai

lunes, marzo 06, 2006

Surtido

He tenido unos días interesantes, con experiencias que nunca pensé vivir.

El 27 de febrero, pude ver finalmente a Franz Ferdinand. Fue en la mismísima Quinta Vergara en el festival de la canción. Nunca había ido, y pensaba que nunca iría. Debo reconocer que en los instantes previos a entrar, mi corazón latía agitadamente. No solo se agolpaban recuerdos de infancia viendo el festival por la tele en vacaciones después de comida, también por que al entrar uno enfrenta como un enano al monstruo que ruge enardecido por que tiene hambre. Es increíble el edificio que se construyó en reemplazo de la vieja concha acústica. Por fin entendí lo que es el monstruo. Esa masa de abuelitas, mamás y adolescentes, donde nadie tiene que ver con nada. Es un gran reflejo de Chile. Todo mezclado, y a muy pocos metros de distancia. Desde la alcaldesa y las figuritas de la tele, hasta el último pelele de la galucha, pasando por todas las clases sociales y rangos etarios. Todos cerquita del escenario, todos viendo bien. Franz Ferdinand estuvo excelente. Una clase de rock y desenvoltura. Me acompañaban Jorge Herrera y Andrés Valdunga (Hechos Pebre), más una amiga y una prima de Valdivia. Estabamos en las nubes agradecidos de haber dejado nuestros prejuicios sobre el festival de lado. Por supuesto el monstruo los premió con dos antorchas y una gaviota. Los escoceses no entendían nada por que les daban tanto fierro. Lo más vergonzoso es que cada vez que los premiaban, la orquesta festival tocaba una fanfarria televisiva espantosa. Peor que las peores fanfarrias de Sábados Gigantes. Los Ferdinand realmente no entendían donde estaban metidos. Pero estaban felices, eso sin duda, ya que el monstruo los quizo, y eso se siente en ese escenario que es una especie de bombonera de la música, un edifico donde el público está encima del circo. Luego nos fuimos de colados al Hotel O'Higgins. Seguramente por nuestra seguridad y la pinta de las chicas, pudimos entrar como Pedro por su casa, mientras unos pocos fans se quedaban detrás de la reja. En el bar nos instalamos y empezaron a aparecer alguna "estrellas" como Vanessa Reid (?!), Alvaro Salas, Alejandra Valle, Rocío Marengo y la mismisima Marlen (O Marlene?) acompañada de epidemia. Marlencita es realmente bella, menos grande de lo que uno pensaría. Mucho busto para mi gusto, pero una cara hermosa. Lo la arruinaba eran los tics incontrolables que tenía. no podía para con su su nariz, sorbía y sorbía.

Otra cosa inesperada me pasó este fin de semana: fui chofer de matrimonio. Me gusta, lo podría poner en mi curriculum para construir sobre mi una leyenda de trabajos bizarros como Pato Manns o Bolaño. Tuve que ir en la mañana a hacer un viaje de reconocimiento a la casa de la novia con dos propósitos, engalanar el vehículo de mi suegro (su sobrino era el novio y por eso me metí en semejantes avatares), y no perderme cuando fuera a buscar a la novia, ya que vivía en La Cisterna, casi llegando a San Ramón. El Matrimonio sería cerca de las Viscachas, lo que me obligaba a estudiar bien mis rutas. De esta forma, por un día conducía el auto de la suerte lleno de moños y cintas matrimoniales. la gente me tocaba la bocina.

Luego, fui a mi casa, almorcé y me vestí para ir a cumplir con la tarea encomendada. En un arranque, a último minuto, decidí ir sin corbata. Cuando ya iba en la mitad del camino, estaba totalmente arrepentido. Como se me ocurría ser tan pastel de defraudar a la novia yendo sin corbata. En casa de la novia, me abrió su padre que estaba en shorts y camiseta! Ahí me alivié un poco. La novia aún estaba emperifollándose, lo que me permitió con ver con su padre el final del segundo tiempo del Real Madrid contra el Atlético, y luego la mitad del primer tiempo del Barcelona contra el Depor. Ronaldinho es de otro planeta. Finalmente apareció la novia con un vestido rosado de otra película. Yo felíz le abrí la puerta trasera y nos fuimos. Afortunadamente, llegué sin copntratiempos. En el matrimonio, obviamente yo era el único sin corbata. La ceremonia en todo caso fue bastante hipi. De partida, no había cura, ni oficial del registro civil. Los que casaban a los novios eran mi cuñado y la Romina, una amiga de Crisis. Para mi sorpresa, el novio al final dijo unas palabras en las cuales nos invitó a todos a sentirnos cómodos y pasar un rato agradable. Para esto, pidió que todos los hombres se sacaran la corbata. Santo remedio. Al final, cuando ya estaban todos borrachos, se organizó un concurso de baile en el cual obviamente participé. Con la Sole llegamos a la semi final, pero el público alegó ante la injusticia de nuestra eliminación. Por unos segundos me sentí nuevamente frente al monstruo. No hay premio mejor que el cariño del público.

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